Pictos

Parodi: “la secta de los Pictos”: recibe ese nombre una alianza de pueblos del Neolítico que, hasta comienzos de la Edad Media, habitaron sobre todo el centro y norte de la actual Escocia. A partir del 43 a.C., cuando Julio César reforzó la invasión de Britania, sus ejércitos encontraron gran resistencia de los pueblos locales de origen céltico, principalmente de los Pictos, cuya belicosidad llevó a los romanos a construir una muralla de más de 100 km de extensión que separaba la Britania romana del norte de la isla, servía de límite septentrional del imperio y defendía el territorio de los avances de los Pictos. Cuenta César (De Bello Galico, Libro V, Cap. XIV) que generalmente todos los pueblos de la Britania se dejaban crecer el cabello, se pelaban todo el cuerpo, menos la cabeza y el bigote y acostumbraban a pintar sus cuerpos de un color verdinegro con zumo de gualda, lo que los hacía parecer más fieros en las batallas