Lugones, Leopoldo

Argentine poet, short-story writer, historian, critic and political figure, 1874-1938, author of Los crepúsculos del jardín, Lunario sentimental, Odas centenares, El imperio jesuítico, El payador, Las fuerzas extrañas, Romances de Río Seco and numerous other works

Fishburn and Hughes: "An Argentine poet, journalist and short-story writer. Most of Lugones's poetical work, though prodigiously varied, reflects the influence of the Spanish American modernist movement headed by Rubén Darío and of French symbolism (e.g. Lunario sentimental, 1909 and Romancero, 1924). Lugones was active in politics, first as a socialist but later as a nationalist and a supporter of fascism. Becoming involved in public education, he was nominated director of the Biblioteca de Maestros in Buenos Aires. Borges's attitude towards Lugones changed through the years. Though in an early work he accused him of not having a single idea of his own (Esperanza 1926) and renamed his Lunario 'Nulario' ('a nothing'), nevertheless in his monograph on Lugones, perhaps as a result of his critical work on Sarmiento and Martín Fierro, he called him 'the greatest writer of Argentina'. In a prologue to more than one of his texts (El hacedor, El otro, El mismo, Leopoldo Lugones), perhaps to make up for the harshness of his previous criticism, he imagines himself presenting his work to an amiable Lugones, who in real life had never liked it." (119)

Parodi: “una polémica circunstancial con Lugones hacia 1909 ni con los corifeos del joven ultraísmo, después”: en 1909, la publicación de Lunario sentimental (cf. infra §2) dio pie a varias polémicas. Para Leopoldo Lugones, la rima era el elemento esencial de la poesía (Lunario, prólogo) y se oponía al verso libre, empleado por los martinfierristas, juzgado por Lugones como “un recurso de impotencia”, de pereza. En “Las nuevas generaciones” literarias” (cf. Cautivos 261), afirma Borges: “la rima es menos imprescindible de lo que cree Leopoldo Lugones. / La importancia de esa opinión fue considerable. Nos permitió no parecer lo que éramos: involuntarios y fatales alumnos −sin duda la palabra ‘continuadores’ queda mejor− del abjurado Lunario sentimental. Lugones publicó ese volumen el año 1909. Yo afirmo que la obra de los poetas de Martín Fierro y Proa −toda la obra anterior a la dispersión que nos dejó ensayar o ejecutar obra personal− está prefigurada, absolutamente, en algunas páginas del Lunario. […] Lugones exigía, en el prólogo, riqueza de metáforas y de rimas. Nosotros, doce y catorce años después, acumulamos con fervor las primeras y rechazamos ostentosamente las últimas. Fuimos los herederos tardíos de un solo perfil de Lugones.”